La administración Trump ha anunciado una serie de medidas diseñadas para limitar severamente el acceso a la atención médica que afirma el género para menores en los Estados Unidos. Las propuestas, dadas a conocer el jueves, buscan retener fondos federales de hospitales y proveedores que ofrecen dicha atención, a pesar del consenso médico establecido que respalda su seguridad y eficacia. Esta acción podría afectar desproporcionadamente a jóvenes transgénero, incluso en estados con protecciones legales existentes.
Nuevas reglas tienen como objetivo recortar la financiación para la atención de afirmación de género
El Secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy, Jr., expresó claramente la posición de la administración: “Los procedimientos de rechazo sexual no son un tratamiento seguro ni eficaz para los niños con disforia de género”. Las nuevas regulaciones se dirigen a los centros que reciben fondos federales a través de Medicare y Medicaid (casi todos los hospitales), eliminando potencialmente un estimado de $30 millones en fondos asignados para atención de afirmación de género en 2023. La administración también planea restringir el uso de dólares del Programa de Seguro Médico Infantil (CHIP) para estos tratamientos.
La FDA se está preparando para emitir advertencias a los fabricantes de protectores mamarios y los funcionarios están tomando medidas para revocar una política de la era Biden que clasifica la disforia de género como una discapacidad. La administración afirma que los bloqueadores de la pubertad y otras intervenciones médicas carecen de pruebas suficientes, afirmación que contradice directamente la opinión médica convencional.
Comunidad médica condena las restricciones
Los profesionales de la salud han criticado duramente las medidas por considerarlas médicamente erróneas y perjudiciales. Johana Oviedo, obstetra de la ciudad de Nueva York, enfatizó que la atención que afirma el género está “basada en evidencia; salva vidas y es necesaria”. Meredith McNamara, especialista en medicina adolescente de Yale, calificó el anuncio como “probablemente el momento más aterrador” en una campaña en curso para estigmatizar a las personas transgénero.
La Academia Estadounidense de Pediatría emitió una declaración instando al HHS a cambiar de rumbo, argumentando que las políticas “malinterpretan el consenso médico actual” e ignoran las necesidades de los niños y las familias.
Atención de afirmación de género: evidencia y beneficios
La atención de afirmación de género abarca una variedad de intervenciones médicas, de salud mental y sociales diseñadas para alinear las características físicas y sociales de un individuo con su identidad de género. Esto incluye asesoramiento, bloqueadores de la pubertad, terapia hormonal y, en algunos casos, cirugía. Las investigaciones demuestran consistentemente que el acceso a una atención que afirme el género mejora los resultados de salud mental y emocional de los jóvenes, mientras que negar el acceso empeora la salud mental y aumenta el riesgo de suicidio.
Contexto político más amplio
La medida de la administración se alinea con un esfuerzo más amplio de los legisladores republicanos y la administración Trump para restringir los derechos de las personas transgénero. La Cámara de Representantes aprobó recientemente un proyecto de ley que busca criminalizar el tratamiento de transición de género para menores, aunque sus perspectivas en el Senado son inciertas. Las acciones anteriores incluyen prohibir a las personas transgénero realizar el servicio militar y obligar a los estadounidenses a incluir en los pasaportes el sexo asignado al nacer.
Próximos pasos y desafíos legales
Las nuevas reglas enfrentarán desafíos legales casi seguros por parte de grupos de defensa. El HHS aceptará comentarios públicos durante 60 a 90 días antes de emitir un fallo final. La propuesta para revocar la clasificación de discapacidad por disforia de género tendrá un período de comentarios de 30 días. Los expertos se están preparando para contrarrestar las afirmaciones de la administración con evidencia científica sólida.
“Este es un momento decisivo para que la comunidad científica denuncie enfáticamente las falsedades en todo lo que el HHS ha producido durante la administración Trump con respecto a la salud trans”, dijo el Dr. McNamara. “Tenemos que ser implacables en cuanto a cómo continuamos brindando la verdad sobre esta atención”.
Las acciones de la administración representan una escalada significativa en las batallas políticas y legales sobre los derechos de las personas transgénero en Estados Unidos, con consecuencias potencialmente devastadoras para los jóvenes vulnerables que buscan atención.



















