El último trabajo de Michael Benson, Nanocosmos: Journeys in Electron Space, no trata sobre galaxias distantes ni grandes eventos cósmicos. En cambio, se sumerge en las maravillas invisibles de lo muy pequeño, utilizando microscopía electrónica de barrido (SEM) para revelar detalles extraordinarios en los copos de nieve, las rocas lunares e incluso las diminutas criaturas que viven dentro de las flores.

El cambio de escala

Benson, conocido por sus exploraciones anteriores del espacio a través de la fotografía (Planetfall y Cosmigraphics ), explica que este proyecto no es tan diferente en espíritu. Su trabajo siempre ha girado en torno a la perspectiva y nuestro lugar en el universo, ya sea que ese universo se mida en años luz o en milímetros. Enfatiza que, al igual que el punto de Buckminster Fuller sobre la exploración espacial, ya estamos inmersos en una realidad increíble; solo necesitamos las herramientas adecuadas para verla.

La ciencia detrás del arte

Las imágenes SEM implican bombardear una muestra con electrones en lugar de luz, logrando un aumento y un detalle mucho mayores que los microscopios convencionales. El proceso es complejo: las muestras a menudo necesitan una preparación especial, como recubrirlas con materiales conductores para evitar la carga. Benson obtuvo capacitación en el Museo Canadiense de la Naturaleza, lo que le permitió acceder a este equipo especializado y la experiencia para afrontar sus desafíos técnicos.

El enfoque artístico

Benson no es un científico, sino un escritor y artista que utiliza herramientas científicas para explorar la “realidad fenomenal”. Situa su trabajo dentro de la historia de la fotografía, enfatizando las opciones creativas involucradas en la creación de imágenes. A diferencia de las imágenes puramente científicas centradas en datos empíricos, el enfoque de Benson prioriza el impacto estético, con el objetivo de evocar asombro y asombro. Se trata de jugar con la perspectiva, como dijo Brian Eno, para redescubrir un sentido de curiosidad sobre nuestro mundo.

De paisajes lunares a mundos ocultos

Nanocosmos presenta objetos familiares con detalles alienígenas. Las muestras de rocas lunares, por ejemplo, revelan paisajes microscópicos que recuerdan a los desiertos y montañas de la Tierra. El libro también presenta impresionantes primeros planos de copos de nieve, radiolarios e insectos dentro de flores, criaturas típicamente invisibles a simple vista. El trabajo de Benson destaca que las fronteras no se tratan sólo de llegar a nuevos lugares; existen allí donde traspasamos los límites de lo que sabemos o creemos saber.

El proyecto de Benson nos recuerda que la belleza y el misterio existen en todas las escalas. Al enfocar el mundo microscópico, nos anima a mirar más de cerca, a maravillarnos y a reconocer lo extraordinario dentro de lo ordinario.