El presidente Donald Trump emitió una orden ejecutiva que inicia la “Misión Génesis”, un esfuerzo a gran escala para avanzar rápidamente en los descubrimientos científicos utilizando inteligencia artificial. La medida enmarca el desarrollo de la IA como un imperativo nacional, comparable en urgencia al Proyecto Manhattan : la carrera de la Segunda Guerra Mundial para construir la bomba atómica.

La financiación y las prioridades siguen sin estar claras

A pesar del ambicioso alcance, el pedido no especifica un presupuesto específico. Esto plantea preguntas inmediatas sobre si la misión dependerá de la reasignación de los fondos de investigación existentes, dado que las subvenciones federales para ciencias ya han enfrentado recortes significativos. La iniciativa se centra en la seguridad nacional, los avances científicos y la innovación energética, y los conjuntos de datos federales de agencias como la NASA y los Institutos Nacionales de Salud se identifican como recursos críticos.

Automatización del descubrimiento: de años a horas

La Misión Génesis tiene como objetivo aprovechar la IA para automatizar el diseño de experimentos, acelerar simulaciones y desarrollar modelos predictivos en campos que van desde el plegamiento de proteínas hasta la energía de fusión. Según el asesor científico presidencial Michael Kratsios, esto podría reducir los plazos de descubrimiento de años a días o incluso horas. El objetivo no es reemplazar a los científicos sino dotarlos de herramientas más rápidas y eficientes para probar hipótesis más audaces.

Cronograma de implementación y desafíos clave

Al Departamento de Energía (DOE) se le ha encomendado una implementación gradual durante los próximos 270 días:

  • 60 días: Identifica 20 desafíos científicos de alta prioridad.
  • 90 días: Cataloga los recursos informáticos existentes.
  • 120 días: Desarrollar un plan para integrar datos de investigación federales y externos.
  • 270 días: Demostrar progreso en al menos uno de los desafíos identificados.

Las principales prioridades incluyen la energía de fusión, los reactores nucleares avanzados, la modernización de la red, los nuevos materiales, la computación cuántica y los medicamentos de próxima generación.

Colaboración de la industria y preocupaciones sobre costos

El DOE enumera a las principales empresas de tecnología (Nvidia, Anthropic, OpenAI, AMD, AWS, Microsoft, IBM y Google) como colaboradoras. Sin embargo, sus contribuciones específicas y el costo total de la misión siguen siendo inciertos. Dada la inversión privada existente en IA, no está claro cuánto financiamiento adicional se necesitará.

La Misión Génesis representa un intento audaz de aprovechar la IA para un rápido avance científico. Su éxito dependerá de asegurar una financiación adecuada, coordinar los recursos de manera eficaz y evitar los peligros de una implementación apresurada. La falta de un presupuesto definido genera preocupaciones sobre la sostenibilidad de la iniciativa.