Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. están poniendo fin a todas las investigaciones con monos en su sede de Atlanta, lo que afectará los estudios que involucran a aproximadamente 200 macacos. La decisión, supuestamente dirigida por el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy, Jr., marca un cambio significativo hacia la reducción de la dependencia de las pruebas con animales dentro de la agencia. Si bien los CDC citan consideraciones éticas y humanas, algunos expertos advierten sobre posibles reveses en la investigación de enfermedades infecciosas.

Aléjese de los modelos de primates

Durante décadas, los macacos han servido como modelos críticos en el estudio de enfermedades humanas relevantes, incluidas el VIH y la hepatitis. Sus similitudes fisiológicas con los humanos los hacen valiosos para probar vacunas, tratamientos y comprender la progresión de enfermedades cuando otros métodos, como cultivos celulares o estudios con ratones, no son suficientes.

La medida de los CDC se alinea con una tendencia más amplia en todas las agencias federales de priorizar las alternativas de investigación sin animales. La agencia ha indicado su intención de invertir en “modelos celulares y basados ​​en chips”, lo que sugiere un futuro en el que la investigación de laboratorio se basará más en métodos in vitro y computacionales.

Preocupaciones éticas versus integridad de la investigación

La decisión ha generado críticas por parte de investigadores que se basan en modelos de primates. JoAnne Flynn, catedrática de microbiología de la Universidad de Pittsburgh, expresó su preocupación de que los estudios en curso se detuvieran abruptamente, lo que provocaría la pérdida de datos y obstaculizaría el progreso en la investigación de enfermedades infecciosas.

“En enfermedades infecciosas, las cosas realmente necesitan probarse en un sistema que sea muy similar al de los humanos”, dijo Flynn, enfatizando el papel único que desempeñan los primates cuando otros modelos son inadecuados.

El CDC sostiene que se adhiere a los principios de las “3R” del bienestar animal: reemplazo, reducción y refinamiento. Sin embargo, el cese abrupto de la investigación con primates plantea dudas sobre la viabilidad de reemplazar completamente los modelos animales sin comprometer el rigor científico.

Contexto político e implicaciones futuras

La agenda de Kennedy Jr. “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser saludable” incluye frenar la investigación con animales, enmarcándola como una parte clave de las prioridades de su administración. El cambio ha encontrado resistencia por parte de algunos investigadores que temen que pueda sofocar la innovación y retrasar los avances en el tratamiento y la prevención de enfermedades mortales.

El destino de los 200 macacos aún no está claro, aunque los CDC no han especificado si serán realojados, retirados o sacrificados. A medida que la agencia se aleja de los estudios con primates, la comunidad científica seguirá de cerca el impacto a largo plazo en la investigación de salud pública.

En última instancia, la decisión de los CDC refleja una tensión creciente entre las preocupaciones éticas sobre el bienestar animal y la necesidad de una investigación sólida y confiable para combatir las enfermedades infecciosas. Sigue siendo una cuestión abierta si los modelos alternativos pueden llenar completamente el vacío dejado por los estudios con primates.